Ding Dong, anunciamos que ha iniciado el abordaje del vuelo hacia Reimaginar empresas. Pasajeros Élite favor acercarse en cualquier momento a la puerta de abordaje, personas con niños o personas que necesiten apoyo, favor acercarse con nuestros asistentes para que les ayuden.

En este momento da inicio el abordaje de pasajeros con asientos de las filas 45 a la 30. Únicamente estas filas, personas con otras filas asignadas favor esperar el llamado –esto, al igual que: no se levanten hasta que el avión se haya detenido, como que lo dijeran en chino, algunas personas no entienden-.

Empezaré este relato con un texto que, desde que lo leí -hace varios años-, me quedó grabado en la mente. Y a cada rato lo veo reflejado en una que otra empresa, en una que otra familia, en una que otra Asociación, Gremial, etc.

El texto es de Stephen Covey, a quien la mayoría lo conocemos, o al menos hemos escuchado, gracias a su principal obra titulada: “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas”, de la cual derivaron otros títulos similares como: “Los 7 hábitos de jóvenes altamente efectivos”, “Los 7 hábitos de las Familias Altamente efectivas”, etc. (cual saga de películas de Rocky).

Hace ya unos años, tuve la oportunidad de leer el libro titulado “El 8vo hábito: de la Efectividad a la Grandeza” del cual él es autor. Al inicio del mismo, hace referencia a una encuesta realizada a trabajadores de empresas ubicadas en otros países.

Ding Dong, señores pasajeros en este momento da inicio el abordaje de pasajeros con asientos de las filas 29 a la 15. Los pasajeros Élite pueden abordar en cualquier momento. Favor pasar recogiendo las compras que hicieron en puerto libre.

Sin entrar en mucho detalle, dicha encuesta arroja los siguientes resultados sobre lo que piensan los empleados de su desempeño en las empresas para las cuales laboran:

•             25% trabaja a todo su potencial.

•             50% hace lo mínimo indispensable.

•             75% podría dar mucho más.

•             37% tiene idea precisa de qué se pretende en la empresa.

•             20% está entusiasmado con su compañía.

•             50% está satisfecho al concluir la semana.

•             15% considera que le facilitan cumplir con sus objetivos

•             15% considera que hay un ambiente de plena confianza.

•             17% cree que existe comunicación abierta y respeto por sus opiniones.

•             10% considera que se exige rendición de cuentas.

•             20% confía totalmente en su empresa.

•             13% considera que existen relaciones de colaboración.

Ante estas conclusiones alarmantes, Covey indica: Si fuera un equipo de fútbol soccer:

1.       4 jugadores sabrían cuál portería es la suya.

2.       Únicamente a 2 jugadores les importaría el resultado del partido.

3.       Únicamente 2 jugadores sabrían cómo jugar su posición.

4.       Y finalmente, 9 de los 11 jugadores estarían compitiendo contra los de su equipo, en lugar de contra el equipo contrario.

Primera lección que aprendí: No olvidar que las empresas están conformadas por personas

La razón por la cual inicié mis relatos con temas relacionados a: ¿Qué es eso de reinventar personas?, es que, desde mi punto de vista, en ocasiones se nos olvida que las empresas están conformadas por personas. Desde los Directivos que están en el más alto nivel, hasta los colaboradores que están en el nivel más operativo, todos son personas.

En más de una ocasión he escuchado decir: los problemas personales se dejan afuera de la empresa; y en la casa se dejan afuera los problemas laborales. Si es difícil dejar fuera del trabajo la discusión que tuve hoy en la mañana con mi pareja -al menos para mí-, entonces:

  • ¿Como dejar afuera de la casa o del trabajo los miedos que traemos desde infancia?
  • ¿Como dejar afuera de la casa o del trabajo las heridas emocionales?
  • ¿Como dejar afuera de la casa o del trabajo la inconsciencia en la que vivimos?

Quizás lo logren los workaholics, o quizás lo logren los que únicamente les interesa poder, dinero, fama, quizás lo logre alguien más. El resto de los mortales, que no somos Dioses, no lo logramos. Nos llevamos esas situaciones al trabajo, a la casa, al tráfico, al estadio, a la Universidad, a todos lados porque los llevamos internamente con nosotros.

Ding Dong, señores pasajeros en este momento pueden abordar el resto de las personas, procederemos a despegar en un momento. Los pasajeros Élite pueden abordar en cualquier momento. Favor pasar recogiendo las compras que hicieron en puerto libre.

Al igual que los resultados de la encuesta presentada por Stephen Covey en el 8vo. Habito, algunas personas:

  • Están perdidas dentro de las empresas. Aunque tengan oficina, escritorio, ubicación en el organigrama, descripción de trabajo, etc.
  • En algunas empresas hay peleas internas de poder, no se dan cuenta que afuera (el mercado, la calle o como le llamen) es en donde realmente hay que luchar para ganarse al cliente y lograr que sea fiel, lo cual lleva mucho trabajo.

Dado que ya realizamos la primera parte de este viaje, el cual nos llevó a Reinventar Personas, -considero que se tiene que empezar por Reinventar personas, para posteriormente -o de forma paralela- proceder a Reimaginar empresas.

Les invito a que me acompañen en este viaje cuyo destino final es Reimaginar Empresas.

¿Qué puedo asegurar que funciona?

  • No olvidar que son personas las que dan vida y forma a la empresa.

¿Qué puedo asegurar que no funciona?

  • Luchas de poder dentro de la empresa, cuando las peleas se tienen que llevar a cabo fuera de la empresa, compitiendo para conseguir, retener y fidelizar clientes.

Ding Dong, última llamada del vuelo hacia Reinventar Empresas, procederemos a despegar en un momento.

Ir a Parte I Reinventar personas                                                      Ir a Reimaginar empresas Parte II