Está claramente comprobado que la aplicación de tecnología informática genera mejoras en la productividad y la competitividad de las empresas. El mayor impacto se obtiene cuando la aplicación se hace en el modelo de negocio de su empresa.

Hace ya varios años se viene trabajando arduamente sobre dos temas particulares y muy beneficiosos, tanto para las empresas como para los países: la productividad y la competitividad. La primera indica como hacer las cosas de la manera más eficiente y efectiva posible, y la segunda trata de medir, si haciendo la primera, somos capaces de competir por los clientes en el mercado.

La tecnología informática es una de las herramientas más efectivas en el mejoramiento de productividad y competitividad en las empresas. Brindan la posibilidad de ser mucho más eficientes en el uso de los recursos a la vez que permiten dar mucha mayor flexibilidad y agilidad para atender requerimientos cada vez cambiantes en los clientes.

Está claramente demostrado que las tecnologías de información y comunicaciones influyen en la productividad aportando en las siguientes áreas:

• Reducción de Costos

• Aumento en Ventas

• Mejoras en la rentabilidad

• Mejora en la satisfacción y fidelidad de clientes y proveedores

• Hacen más eficientes las estructuras organizacionales

• Facilitan el entrenamiento del personal

• Mejoran la comunicación al interior de la empresa

• Mejoran la comunicación con clientes proveedores, gobierno y otros aliados

El impacto del uso de las TIC inclusive ha sido medido por el Banco Mundial, generando diferencias comparativas entre las empresas que no usan las TIC y las que si la usan. Las diferencias favorecen a las empresas que, si usan las TIC en más de 3 puntos porcentuales en aumento de las ventas, y más de cinco puntos porcentuales en mejoría de la productividad.

Para lograr el mejor impacto de las tecnologías en su negocio, es indispensable tener definido de manera muy clara su modelo de negocio. De lo contrario, sería invertir tiempo y/o dinero en tecnologías que tendían un impacto menor. El modelo de negocio está compuesto por tres elementos concretos.

El primer elemento implica tener muy claro y entender realmente qué es lo que se vende, qué es lo que se ofrece y por qué se gana dinero. La empresa que fabrica los relojes Rolex tiene muy claro que lo que ofrece es prestigio o estatus, a través de una joya (su producto), y gana dinero obviamente por un margen bastante amplio entre el costo de producción y el precio de venta. Un Rolex no se le puede vender a quien está buscando un reloj con el único propósito de saber la hora. Lo mismo debe tener claro para su empresa: qué es lo que vende (producto/servicio, el ítem que se incluye en la factura), qué es lo que ofrece (el valor que percibe el cliente cuando compra lo que usted vende), y cómo hace dinero.

El segundo elemento es el conocimiento del cliente. Este conocimiento abarca una serie de preguntas concretas para poder conocer cuál es el cliente, cómo se cubre el mercado, qué es lo que atrae al cliente y qué lo hace volver. Este conocimiento permite definir unas estrategias claras de publicidad, precios, canales, servicio y demás componentes importantes del conocimiento del cliente, para lograr efectividad y productividad en la atención de estos.

El último elemento verifica la forma como se obtiene o se produce lo que se vende. Aquí se definen las cadenas de suministro, los contactos con los proveedores o los procesos productivos internos.

Estos tres elementos podrían decirse que son tan importantes como la misión y la visión de la empresa, y en ocasiones me atrevería a decir que son más importantes en el momento de identificar la aplicación de la tecnología para generar productividad y competitividad. ¿Cuál es el modelo de su negocio?

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Por José Camilo Daccach T.

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