Debo reconocer que regresé con más dudas que respuestas,de lo que vi en la calle y su relación a lo que hoy llaman: “Nueva Normalidad”
A partir del Coronavirus, la palabra que escucho y encuentro “hasta en la sopa” es: Nueva Normalidad. Muchos hablan de lo mucho que el mundo cambió, que todo será diferente, que ya nada es como antes.
Uno de los aprendizajes mas valiosos que me dejo el estudiar en la Universidad Virtual del Tecnológico de Monterrey, fue un consejo que me dio un Doctor que fue mi catedrático, me dijo: “Carmelo, vos no tenes que ser el inteligente, lo que tenes que hacer es rodearte de gente mas inteligente que vos” (palabras más, palabras menos; el tiempo ha hecho su papel en mi memoria).
¿Por qué esperar a que hayan crisis para entrarle a las ideas funcionales, practicas, nuevas, innovadoras, creativas?
¿Qué tal si no esperamos a que surja un Coronavirus Reloaded que nos complique y obligue a entrarle a temas, que de otra forma no lo hacemos?
¿Qué tal si le entramos a nuevas tecnologías y formas de pensar que nos permitan dar un salto más grande? ¿Qué tal si enfrentamos a “la nueva realidad” y no esperar a que ella nos gane?
Sin duda alguna el ser humano es un animal de costumbres, y además tenemos una memoria de corto plazo; rápidamente se nos olvidan los hechos.
Con la crisis que el Coronavirus ha provocado en el mundo, he escuchado a varias personas decir: “ojalá pronto todo regrese a la normalidad”.
Tuve una conversación con unas personas al respecto al planteamiento anterior. Mi argumento fue: ¿En serio quieren que todo regrese a la normalidad?
Cuantas veces no me escuché: «Carmelo no lo hagas», «Carmelo te estas equivocando», «Carmelo no vas a aprender nada, solo vas a tirar tu dinero», «Carmelo por que estas renunciando a un trabajo seguro?
Comparto el reportaje que me hicieron en aquella época, en la cual muchos me tildaban de «loco».