No voy a escribir respecto a que, si vimos o no vimos venir la crisis que el Coronavirus traía consigo. Creo que ya no es oportuno hablar al respecto, ya hay expertos en ello.

Tampoco voy a hablar de Transformación Digital, ya que considero es un término que cada quien lo define de acuerdo a lo que entiende o le conviene.

Considero que lo importante es: ¿Qué vamos a hacer ahora?

Por ello, escribo esta reflexión con la intención de aprender de la situación actual y como salir adelante. Si además de ello, provoco que más personas también reflexionen y cambien, habré cumplido mi objetivo y con creces.

Y que no nos pase como mi madre muchas veces me dijo: “mijo es que vos solo aprendes por las malas”.  El Coronavirus puso en evidencia que lamentablemente, no solo a mi aplica dicho regaño.

Esta crisis puso al desnudo los resultados de decisiones que se toman basadas en:

• “Es que siempre se ha hecho así” (¿entonces para que cambiar? La zona de confort)

• “Si no hay retorno de la inversión, entonces no” (aunque mucho se hable de innovación)

• “Eso es solo para países desarrollados y otras culturas, no para un país como el nuestro”

• Y el clásico: “si no lo veo, no lo creo” (el problema de los intangibles, me recuerdo de Santo Tomas)

Lo anterior me lleva al porqué del titulo de esta reflexión: La Transformación primero es Humana, después Digital.

Las tecnologías digitales no son más que herramientas, las cuales no dan resultados por obra y gracia del Espíritu Santo (dado que está cerca la Semana Santa estoy religioso) o por generación espontánea (para equilibrar y hablar de ciencia). Hay que hacer la tarea y planificarlas, tener estrategia, alinearlas con el negocio, etc. Las tecnologías digitales bien utilizadas son un potencializador del negocio, pero no son la panacea por sí mismas.

Frecuentemente escucho la frase: “es que la tecnología me atropella”. Quizás no es “la tecnología la que nos atropella”, sino los paradigmas que tenemos los que no nos permiten cambiar con la velocidad que el mundo actual requiere.

Lo anterior no es exclusivo de la generación de los Baby Boomers o Generación X, he visto a Millenials que no les gusta el cambio. Tampoco es exclusivo de alguna actividad profesional, ya que al final, todos somos seres humanos, con miedos, sueños, etc. 

Por ello es por lo que creo que la transformación primero es humana, después digital.

Home Office, teletrabajo, estudio en casa, lo he escuchado en estos 7 días, más veces que durante los más de 15 años en que llevo practicándolo.

¿Es que antes no se podía hacer? ¿Es que antes no había tecnología?, la respuesta a ambas preguntas es: si se podía, si había.

¿Entonces porque no se había hecho? Por mi experiencia de todos estos años, he llegado a pensar que unas de las razones para no haberlo hecho son:

• Jefes/maestros que les gusta ver a los colaboradores enfrente de ellos, ya sea trabajando o haciendo que trabajen.

• Jefes/maestros que lo que les gusta que sus colaboradores trabajen más de 8 horas diarias, sino no son buenos trabajadores.

• Jefes/maestros que les encanta que sus colaboradores digan amén a sus órdenes.

Lo anterior me lleva a que quizás el problema no es tecnológico sino humano. Nosotros, los seres humanos, que no queremos cambiar y lo hacemos solo a las malas (acuérdense de las sabias palabras que me decía mi madre), cuando hay crisis y no queda de otra. Si no aprovechamos esta crisis para reinventarnos como personas, y reimaginarnos como empresas, no habremos aprendido la lección.

Es la oportunidad para que los trabajadores de la Economía del Conocimiento florezcan y trabajen como dice el anuncio de los Gauchitos (una marca de comida rápida en Guatemala): donde quiera, cuando quiera, con quien quiera.

La transformación primero es humana, después digital.

Conozca nuestros servicios de REINVENTAR PERSONAS y REIMAGINAR EMPRESAS

Por: Carmelo Duran

www.humantecnologies.com